pero es muy importante que lo hagas.”
-Mahatma Gandhi-
Diario Positivo, entrada 28.
Muchas veces quitamos importancia a las acciones que realizamos. Nos decimos, a nosotros mismos, que “tampoco es para tanto”. Cuando eso se convierte en una tendencia puede llegar a ser perjudicial.
Tengo una conocida a la que le aterroriza la soledad, no se atreve a estar sola en casa y tampoco se atreve a salir sola por la calle. Desde hace un tiempo, he empezado a poner en práctica algunas técnicas y hecho algunos ejercicios. Uno de estos ejercicios consiste en hacerla andar por la acera de enfrente, paralelamente a mí. Para que os situéis, yo camino por una acera, y ella por otra, entre ambos se encuentra la carretera. Para muchos/as esto puede parecer una bobada, para ella es un mundo. Con gran esfuerzo, consigue llegar hasta el punto en el que nos volvemos a juntar. Yo la felicito por ir sola por la calle y su respuesta es: “no ha sido para tanto, no he ido sola, tú andabas en la acera de en frente”. A los que le hayáis dado la razón os diré lo mismo que la dije a ella: “hace un tiempo, no muy lejano, no te habrías atrevido a andar a esta distancia de una persona conocida”.
Es esa la manía perniciosa a la que me refiero. Hacemos algo que quizá para la humanidad no es una gran gesta, pero sí que la es para nosotros, y lejos de enorgullecernos de ella, nos fustigamos. Debo recordaros que los grandes cambios de nuestra historia, han sido posibles por pequeños detalles. Y es algo que siempre os diré, las etiquetas no tienen más valor que el que nosotros las damos.
Un ejemplo que siempre me gusta poner sobre este tema, es el de Isaac Newton. ¿Cómo descubrió la gravedad? Le atribuimos un gran mérito por recibir el golpe de una manzana al estar bajo el árbol, pero si lo pensamos con nuestro prisma de la “poca importancia” no tiene más relevancia que lo que mi conocida logró. Aún así, hoy, sabemos que existe la gravedad, gracias a ese detalle minio.
Estoy leyéndome la biografía de Steve Jobs, y es un claro ejemplo de lo que hablo en esta entrada. Jobs no hizo nada espectacular, no luchó contra los ingleses para liberar escocia, no pasó veintiún años en la cárcel para luchar por los derechos de la gente de color. Pero aún así, con sus pequeños detalles, ha conseguido cambiar el mundo. Os guste o no os guste Apple, no se trata de eso, si leéis en un Ebook, aunque no sea de la marca de la manzana mordida, lo estáis haciendo gracias a los pequeños logros consecutivos que realizó este gran hombre.
Tenemos que dejar de torturarnos, de pensar que todo lo que hacemos es poco importante. Porque la importancia es relativa. E incluso, la relatividad, se descubrió de una forma “poco importante”. Disfrutad de la vida, y simplemente sed felices.
Mundo Floser 